Este año no lo olvidaré, de todas formas, fue un año exclusivamente negro. Desde la salud, relaciones con los demás, sentimientos encontrados, cambios y un sinfín de cosas que a pesar de ser negativas con el tiempo se agradecen porque enseñan a vivir la vida y como dirían lo que no te mata, te fortalece y estoy muy agradecida de todo lo sucedido, de cada dolor físico que experimenté este año, que estuvo lleno de enfermedades, como nunca, pero mejoré, también lleno de cambios que al principio fueron malos, pero después los entendí y lo superé. Qué decir de la Universidad, partí pésimo, pero también con esfuerzo, al final logré salir invicta un año más y dejar atrás las ganas de rendirse a mitad de camino, pensado en que hay una persona que tiene sus esperanzas puestas en mí y que lucha cada día porque yo llegase dónde estoy hoy, mi madre.
No puedo dejar atrás aquellas personas maravillosas que llegaron acompañarme en este camino, gente que conocí y que fueron pocas, pero precisas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario